Unión Bancaria: el proyecto europeo que sigue atascado
La Unión Europea considera esencial completar la Unión Bancaria para fortalecer la estabilidad financiera, reducir la fragmentación y crear bancos competitivos a nivel global. Sin embargo, el avance sigue bloqueado por la resistencia de los Estados miembros, que se niegan a ceder soberanía. Ejemplos recientes lo evidencian: la oposición del Gobierno español a la OPA de BBVA sobre Sabadell o el veto de Alemania a Unicredit sobre Commerzbank.
Estas operaciones, que Bruselas ve como pasos necesarios para formar grandes campeones bancarios, son frenadas por intereses políticos, regionales e incluso autonómicos. El caso español muestra cómo la preservación de la “marca Sabadell” pesa más que la integración europea. Italia también ha impedido movimientos similares mediante su poder de veto.
Para la Comisión Europea, una Unión Bancaria incompleta supone un coste enorme: menos estabilidad, menor competencia y una asignación ineficiente del capital. Mientras la economía global avanza hacia mercados financieros integrados, Europa sigue atrapada en un modelo proteccionista que limita su resiliencia y competitividad.
