Invertir más en un proyecto fallido: La fórmula infalible para el éxito
Cómo la teoría del caballo muerto y los costes hundidos siguen dictando decisiones empresariales… y cómo evitarlas con inteligencia estratégica.
En el ámbito empresarial, la toma de decisiones acertadas es clave para asegurar el éxito y la sostenibilidad de los proyectos. No obstante, muchas organizaciones continúan invirtiendo en iniciativas fallidas, ignorando señales claras de fracaso. Esto puede explicarse por dos conceptos fundamentales:
La Teoría del Caballo Muerto
Esta teoría parte de una metáfora simple:
“Cuando descubres que estás montando un caballo muerto, lo mejor es bajarse”.
Aplicación empresarial:
Organizaciones y líderes persisten en proyectos obsoletos o inviables, intentando “revivir” estrategias con acciones cosméticas en lugar de enfrentar la realidad.
Ejemplos típicos de reacciones equivocadas:
- Cambiar al equipo de trabajo.
- Incrementar el presupuesto.
- Ajustar metas sin redirigir el enfoque.
Los Costes Hundido
Se refieren a aquellos gastos que ya han sido realizados y que no pueden recuperarse, sin importar qué se decida a continuación.
Ejemplos comunes:
- Inversiones en tecnología que no generó retorno.
- Campañas publicitarias que no impactaron.
- Costos de desarrollo de productos que no llegaron al mercado.
La falacia del coste hundido ocurre cuando se decide continuar un proyecto solo porque ya se invirtió mucho, ignorando el bajo rendimiento actual o futuro.
Ejemplo Real: Kodak y la Fotografía Digital
Kodak, líder en fotografía durante el siglo XX, es un caso emblemático:
- En 1975, un ingeniero de Kodak inventó la primera cámara digital.
- Sin embargo, la empresa decidió no comercializarla por miedo a afectar su negocio de película fotográfica.
- Durante décadas, continuó invirtiendo en su modelo tradicional, ignorando las tendencias digitales.
Resultado:
- Perdió liderazgo del mercado.
- Declaró bancarrota en 2012, tras años insistiendo en un modelo obsoleto.
- El coste hundido en infraestructura, patentes y procesos influyó en su resistencia al cambio.
Este caso refleja perfectamente:
- La teoría del caballo muerto: insistir en la película fotográfica.
- La falacia del coste hundido: no querer “tirar por la borda” sus grandes inversiones pasadas.
Estrategias para Evitar la Falacia del Coste Hundido
Adoptar una mentalidad racional y orientada al futuro puede salvar a una organización de hundirse con sus proyectos. Recomendaciones clave:
- Evaluación Continua
Implementar análisis periódicos e imparciales sobre el avance de los proyectos. - Desapego Emocional
Reconocer que una inversión pasada no debe condicionar una decisión presente. - Flexibilidad Estratégica
Estar dispuesto a cambiar de rumbo o detener un proyecto, aunque implique asumir pérdidas. - Educación y Cultura Empresarial
Promover internamente una cultura basada en datos, no en el orgullo o el miedo al cambio.
Conclusión
Comprender y aplicar estos principios permite a las empresas:
- Tomar decisiones más objetivas y eficientes.
- Reconocer cuándo retirarse de proyectos sin futuro.
- Reasignar recursos hacia iniciativas innovadoras y viables.
Como enseñó el caso de Kodak: adaptarse a tiempo puede marcar la diferencia entre liderar el cambio o desaparecer con el pasado.