Iberdrola lleva a Red Eléctrica a

Fachada de un edificio con el logotipo de Iberdrola en color verde y su emblema de tres gotas multicolor, representando energía sostenible, sobre un cielo parcialmente nublado.

Iberdrola lleva a Red Eléctrica a los tribunales por el apagón: un conflicto con implicaciones reputacionales y regulatorias

Iberdrola ha iniciado acciones legales contra Beatriz Corredor, presidenta de Red Eléctrica de España (REE), tras sus declaraciones en el Senado en las que apuntó a la planta fotovoltaica de Núñez de Balboa como posible origen del gran apagón que dejó sin suministro a España y Portugal el pasado abril.

Aunque Corredor no mencionó directamente a Iberdrola, la alusión fue evidente para todo el sector. Núñez de Balboa es una de las instalaciones más emblemáticas de la compañía, y las palabras de la presidenta de REE se interpretaron como una imputación directa de responsabilidad técnica. Iberdrola considera que esas acusaciones vulneran su derecho al honor y afectan gravemente a su reputación corporativa —un activo especialmente sensible en un contexto de creciente escrutinio regulatorio y mediático.

El movimiento de la eléctrica, que ha iniciado un acto de conciliación previo a la demanda civil, marca el primer frente judicial del llamado “cero eléctrico” del 28 de abril. De momento, ni el Gobierno ni el panel de expertos europeos liderado por Entso-e han respaldado la hipótesis de Red Eléctrica, que atribuye el fallo a una “oscilación forzada” en una planta solar de Badajoz. Los informes oficiales, sin embargo, no han podido confirmar esa versión.

El conflicto entre Iberdrola y REE trasciende el ámbito jurídico: expone la tensión entre los grandes operadores del sistema eléctrico en un momento crítico para la estabilidad y la transición energética. Para las empresas del sector, el caso subraya la importancia de tres lecciones clave:

  1. Gestión reputacional proactiva. En un entorno hiperconectado, una acusación pública puede tener efectos inmediatos sobre la confianza de inversores y reguladores.
  2. Transparencia técnica. Las disputas sobre causas operativas deben apoyarse en evidencia verificable y en una comunicación clara entre operadores y generadores.
  3. Gobernanza y responsabilidad compartida. Los fallos sistémicos rara vez tienen un solo origen. Reforzar los mecanismos de coordinación entre agentes del sistema es esencial para prevenir crisis futuras.

El caso sigue abierto, pero deja una advertencia clara para el sector: en la nueva era energética, la credibilidad técnica y la confianza institucional son tan valiosas como la potencia instalada.