Defensa acelera los “megacontratos”: la industria española entra en fase decisiva
El sector de defensa español vive semanas clave. Tras la aprobación de los nuevos programas de modernización militar, las empresas afrontan una carrera contrarreloj para cerrar los planes industriales y firmar los contratos antes de noviembre. El objetivo: que el gasto compute en 2025 y España cumpla su compromiso con la OTAN de destinar el 2% del PIB a defensa.
Aunque los proyectos aún deben formalizarse mediante decreto, las grandes compañías ya están en movimiento. Indra emerge como la gran protagonista: gestionará más de 6.000 millones de euros y liderará por primera vez programas de vehículos terrestres —como la nueva artillería autopropulsada— junto a Escribano, Telefónica y Airbus. Su plan prevé 3.000 nuevos empleos y la colaboración con 200 socios industriales, entre ellos empresas como Sirt y Ficosa.
El cambio de liderazgo deja a Santa Bárbara, filial de General Dynamics, en una posición distinta: busca acuerdos para incorporarse a los programas de los que ha quedado fuera, defendiendo su experiencia en vehículos de tierra. Aun así, prevé 200 nuevos empleos en Madrid, Sevilla y Trubia.
En total, el Gobierno estima que el plan industrial generará 23.000 empleos directos y 60.000 indirectos, marcando un punto de inflexión para la industria nacional.
Claves para las empresas:
- Se abre una ventana de oportunidad para proveedores y pymes tecnológicas que puedan integrarse en las cadenas de valor.
- Las negociaciones “exprés” requerirán agilidad, colaboración y visión a largo plazo.
- La transformación industrial en defensa no solo refuerza la soberanía tecnológica, sino que también impulsa el tejido productivo y el empleo cualificado.
En definitiva, la defensa española se prepara para un salto de escala sin precedentes. Quienes sepan posicionarse ahora estarán definiendo su papel en la nueva arquitectura industrial del país.
